Cuando elegimos o diseñamos la identidad corporativa de nuestra empresa, está debe identificarse con los valores y la relación con el público al que van dirigidos los productos. Pero, Internet, nos impone unos códigos de comunicación, a todas las organizaciones que trabajan en la red. Hay que tener en cuenta existen temas como el espacio que disponemos o la definición de la parrilla, y otros más subjetivos, como son las pautas de comportamiento de los usuarios, a la hora de navegar por la web, son clave a la hora de determinar el tamaño del logotipo, su ubicación y su relación con el resto de los recursos gráficos. Eso sí, no hay colores ni signos que estén más adecuados que otros, para el éxito en Internet. Es cierto que, como en todo, hay modas y tendencias.
Hay que tener en cuenta los gustos de los internautas, la edad de nuestros consumidores potenciales, la forma que lleva de vida y cuáles son las páginas webs que más suelen visitar. Y, es que las tipografías, logos e imágenes, que vemos en las redes sociales y en los blogs más conocidos, son elementos muy familiares, en los usuarios, ya que lo verán todos los días.
Foto: fuente