Otra herramienta que llegó para quedarse es la móvil, y que se hace fuerte gracias a la presencia de los smarthphones. Los teléfonos móviles son usados por un 20.3% de los españoles, lo que hace que cambie la manera de actualizar los contenidos, ofertas… El cliente ya no quiere esperar a ser acosado por la información, sino que es él quien la busca, quién escoge lo que quiere; y, así, la empresa organiza sus contenidos, teniendo en cuenta a las peticiones. Además, las redes sociales no paran de crecer, volviéndose más sociales y ofreciendo datos, en los que confía el usuario, para poder evaluar los efectos y la respuesta ante la existencia de una determinada marca, para tenerlos en cuenta, a la hora de organizar las acciones de marketing calculadas. Otra acción que es habitual, entre los usuarios, es la solicitud de privacidad. Y, es que en una sociedad, donde todo está más informatizado, cada vez se pide más calidad y menos intrusismo. Por eso, la publicidad sin intermediarios hace que el usuario se sienta más cómodo y, por tanto, este más receptivo. Para que este nuevo sistema de publicidad tenga éxito, es básico que la empresa se centre en dar un gran servicio al cliente. Y, después, debe entrar, poco a poco, en los distintos canales y, así, se va a garantizar un crecimiento, de manera continua. Y, hay que recordar que un crecimiento explosivo no sirve de nada, si se queda atascado. También, hay que señalar que la publicidad social posee una gran ventaja: permite conocer a los clientes, bien a fondo. Así, podremos orientar y personalizar la oferta, dependiendo de lo que el usuario esté buscando. Así de simple. Los tiempos van cambiando y mucho.
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